El Kratom Puede Tener Efectos Terapéuticos y Ser Relativamente Poco Adictivo o Dañino

02/04/2020

El Kratom Puede Tener Efectos Terapéuticos y Ser Relativamente Poco Adictivo o Dañino
Credit: Johns Hopkins Medicine

Basándose en los resultados de una encuesta a más de 2 700 participantes auto reportados como usuarios del suplemento de hierbas kratom, vendido por Internet y en tabaquerías en todo Estados Unidos, los investigadores de Johns Hopkins Medicine han llegado a la conclusión de que probablemente el ingrediente psicoactivo algo similar a los opioides sea mucho menos adictivo que los opioides recetados para el tratamiento del dolor, la ansiedad, la depresión y la drogadicción.

  
En un artículo sobre sus descubrimientos, publicado en Drug and Alcohol Dependence, los investigadores advierten que, si bien las encuestas auto reportadas por los participantes no siempre son enteramente confiables, confirmaron que el kratom no ha sido regulado ni aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) y que no se han realizado estudios científicos para establecer formalmente su inocuidad y sus beneficios. Además, señalan que las agencias de medicamentos de los Estados Unidos deberían procurar investigar y regular el kratom, en lugar de prohibir completamente sus ventas, por sus posibilidades terapéuticas aparentemente inocuas y como una posible alternativa al consumo de opioides.  


La American Kratom Association calcula que entre 10 y 16 millones de personas en los Estados Unidos usan regularmente el kratom ya sea consumiendo sus hojas molidas con los alimentos o preparándolas en forma de infusión. El kratom es una planta tropical de la familia del arbusto del café, que se cultiva principalmente en el sudeste de Asia. Contiene el químico mitraginina, un alcaloide que actúa sobre los receptores para los opioides en el cerebro y altera el estado de ánimo. En el Asia, donde su uso ha estado generalizado desde hace mucho tiempo, la gente lo usa en pequeñas dosis como un estimulante de la energía o del estado de ánimo, similar al uso del café en el occidente. Lo consumen en mayores cantidades para aliviar el dolor, o para uso recreativo igual que la cerveza o el vino. 


Los productos de kratom no están regulados ni estandarizados, y varios informes han relacionado su uso con alucinaciones, convulsiones y daño al hígado, cuando se combinan con el alcohol u otras drogas. En 2016, la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos propuso prohibir sus ventas comerciales y su uso, y la FDA ha recomendado clasificarlo como una sustancia de la Lista I, lo cual significa que carece de aplicación médica comprobada y que tiene un alto riesgo de ser adictivo. Estas agencias se encontraron con oposición por parte del público y la industria de suplementos medicinales, y no se tomó ninguna acción.

 

Sin embargo, indica Albert García-Romeu, Ph.D., docente de psiquiatría y ciencias conductuales en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, los hallazgos de la nueva encuesta “sugieren que el kratom no corresponde estar clasificado como sustancia de la Lista I, porque parece ser relativamente poco adictivo y podrían existir aplicaciones médicas por explorar, incluyendo como un posible tratamiento para el dolor y el trastorno por consumo de opioides”.


Un estudio realizado el 2015 en Tailandia, donde se informó que la gente en el Asia ha estado utilizando el kratom con éxito durante décadas para tratar la adicción a los opioides, renovó el interés en el tema entre los investigadores de los Estados Unidos.  


Dice García-Romeu que, para la actual encuesta, él y su equipo inscribieron a 2 798 participantes y les pidieron que completaran un formulario en línea sobre su uso del kratom. En general, los usuarios eran en su mayoría blancos, con educación y de mediana edad. Un 91% de los participantes informó usar kratom para aliviar el dolor en promedio un par de veces al día y para el dolor de espalda, del hombro y de la rodilla, el 67% para la ansiedad y el 65% para la depresión. Alrededor de 41% de los que contestaron a la encuesta dijeron que tomaron kratom para tratar los síntomas de abstinencia de opioides, y de aquellas personas que lo tomaron para la abstinencia de opioides, el 35% informó haber estado más de un año sin tomar opioides recetados ni usar heroína.  


Como parte de la encuesta, los participantes llenaron una lista de verificación sobre Síntomas del Trastorno por Consumo de Sustancias para determinar si su uso calificaba como un trastorno por consumo de sustancias según las directrices del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, 5 a edición. Menos del 3% de las respuestas de los participantes satisficieron los criterios del trastorno por consumo de sustancias moderado o grave por adicción al kratom, pero alrededor de 13% satisficieron algunos criterios del trastorno por consumo de sustancias relacionado con el kratom. Esto es comparable a aproximadamente 8 a 12% de las personas a quienes se recetó medicamentos opioides que se volvieron adictas, de acuerdo con las estadísticas del Instituto Nacional de los Estados Unidos sobre el Abuso de Drogas (NIDA por sus siglas en inglés).  


Una tercera parte de los participantes en la encuesta informaron sufrir leves efectos secundarios desagradables por usar el kratom, como estreñimiento, malestar estomacal o letargo, los cuales la mayoría de las veces desaparecieron en el transcurso de un día. Solo el 1.9% informó que los efectos secundarios fueron lo suficientemente graves como para acudir a tratamiento médico, por ejemplo, estar teniendo síntomas de abstinencia al desvanecerse el kratom, como ansiedad, irritabilidad, depresión o insomnio. Menos del 10% de los participantes informaron sufrir de síntomas significativos relacionados con la abstinencia de kratom. 


García-Romeu agrega que hay escasos datos sobre si uno puede sufrir una sobredosis de kratom solamente, o de qué forma interactúa este con el alcohol u otras drogas. Los investigadores también indican que se necesitan investigaciones clínicas rigurosas para comprobar los posibles beneficios terapéuticos del kratom, los efectos que tiene la intoxicación en la conducta y sus efectos secundarios adversos para contribuir más a fundamentar las políticas y regulaciones de gobierno. Sugieren, además, que las personas deben errar de precavidas y no mezclar el kratom con ninguna otra droga ni medicamento, y que siempre deben consultar a su proveedor de atención médica antes de tomar cualquier suplemento.