Health Infographic
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Las vacunas de ARN mensajero están constituidas por una molécula (ARNm) que contiene las instrucciones para que el organismo produzca proteínas; el ARNm del virus que causa la COVID-19 hace que las células produzcan directamente una proteína específica de dicho virus, la cual es inofensiva. Las vacunas desarrolladas por los laboratorios Pfizer y Moderna se basan en este mecanismo.
Las vacunas de subunidades, como la del laboratorio Novavax, contienen fragmentos de proteínas del virus que causa la COVID-19, las cuales son inofensivas.
Las vacunas con vectores víricos, como la del laboratorio AstraZeneca, utilizan, como vector o agente transportador, un virus inofensivo para el organismo. Pequeños fragmentos del material genético del virus que causa la COVID-19 se introduce en el virus que se inyecta, el cual hace que las células del organismo produzcan directamente una proteína específica del virus patógeno, que, si bien es inofensiva, permite que el sistema inmune reaccione contra ella.
Las vacunas de Pfizer, Moderna y AstraZeneca se administran en dos dosis mediante inyección en el brazo, con un intervalo de entre tres y cuatro semanas.*
La protección contra el virus, o inmunidad, se adquiere aproximadamente al cabo de dos semanas tras la administración de la segunda dosis.
Dicho lo anterior, resulta importante que las personas sigan adoptando las medidas de prevención contra la enfermedad, ya que el contagio y la transmisión del virus es posible incluso tras vacunarse.
La verdad: La vacuna no causa la enfermedad del coronavirus.
La verdad: La vacuna no modifica ni altera la información genética de las personas.
La verdad: Aunque se vacunen, es fundamental que las personas sigan colocándose la mascarilla, se laven las manos con frecuencia y guarden la distancia física recomendada, ya que estas medidas aún son necesarias para que la población se mantenga sana.