Dosis Altas De Radioterapia Lentifican Progresión Del Cáncer De Próstata Metastatizante En Algunos Hombres

03/26/2020

prostate cancer
Credit: Phuoc Tran, M.D., Ph.D.

--Heces de irradiación altamente precisos producen respuesta inmunitaria global en varones que padecen cáncer de próstata con escasas metástasis

Los resultados de un estudio clínico de fase II ha revelado que la radioterapia estereotáctica (SABR, por sus siglas en inglés), un tipo de irradiación en dosis muy altas y precisas, lentifica la progresión tumoral en un subgrupo de hombres con cáncer de próstata que cursa con metástasis y que no han recibido tratamiento de privación androgénica.

Este estudio, llamado ORIOLE (Resultados primarios del estudio de observación aleatorizado comparado con la radioterapia estereotáctica para cáncer prostático oligometastásico), lo lideran desde 2016 los investigadores del centro oncológico Johns Hopkins Kimmel Cancer Center y tiene por objeto comparar la eficacia de la radioterapia y la observación clínica en pacientes afectos de cáncer de próstata oligometastásico recidivante. El informe se publicó el 26 de marzo en la revista científica JAMA Oncology.

“En la era de la inmunoterapia, aún estaba irresuelta la pregunta de si la irradiación, en concreto la radioterapia estereotáctica, estimulaba el sistema inmune”, indica el Dr. Tran. “Nuestro estudio proporciona, hasta la fecha, los datos más fiables que corroboran que la SABR produce una respuesta inmunitaria global”.

El cáncer oligometastásico surge como metástasis de un tumor primario y se localiza en tres o menos focos en el organismo. De los casi 1,3 millones de hombres en el mundo a quienes cada año se les diagnostica este cáncer, alrededor del 20 % presenta diseminación metastásica, aunque no se sabe con certeza cuántos de ellos padecen cáncer oligometastásico. Entre los cánceres, el prostático es el tercer cáncer más frecuente y es la principal causa de muerte por cáncer en la población masculina estadounidense, por el que fallecen anualmente unos 30 000 varones. Este tipo de cáncer metastatizante no tiene cura y los hombres que padecen recidivas prefieren postergar uno de los tratamientos antihormonales tradicionales, el tratamiento de privación androgénica, ya que produce efectos secundarios desagradables, tales como disfunción eréctil, desmineralización ósea y fracturas, disminución de la masa y fuerza musculares, agotamiento, aumento de peso y crecimiento del tejido mamario.

De los 54 varones que participaron en el estudio, el cáncer progresó en siete de los 36 (19 %) que recibieron la radioterapia estereotáctica y en 11 de los 18 (61 %) que estuvieron en observación, en un período de seis meses. El riesgo de recidiva a los seis meses también fue menor en el subgrupo que recibió el tratamiento, ya que se produjo en un 16 % de estos, comparado con un 63 % de los participantes observados.

En cuanto a los efectos secundarios o la presencia de dolor entre los dos subgrupos, los investigadores no señalan diferencias clínicas importantes. La edad promedio de los hombres que participaron en el estudio ORIOLE era de 68 años y la mayoría era de raza blanca.

Conforme explica el Dr. Phuoc Tran, investigador principal, catedrático de oncología radioterápica y radioterapia molecular en la Universidad Johns Hopkins e integrante del equipo del centro oncológico Kimmel, el análisis de los leucocitos en la sangre de los pacientes demostró que el tratamiento con la radioterapia aumentaba la población de linfocitos T, lo que sugiere que esta estimula la respuesta inmunitaria del organismo frente a estos tumores. El Dr. Tran es codirector del programa de invasión tumoral y metástasis del centro oncológico, junto con el Dr. Andrew Ewald y la Dra. Ashani Weeraratna, cuyo objetivo es estudiar la patogenia de la metástasis, a fin de elaborar tratamientos más eficaces para los pacientes que padecen cánceres avanzados.

Los resultados del estudio revelan que la radioterapia estereotáctica se podría emplear junto con otros métodos inmunoterápicos para tratar el cáncer de próstata oligometastásico recidivante; no obstante, Tran señala que, en dado caso, sería necesario realizar otros estudios clínicos para analizar los beneficios de dicho tratamiento.

El grupo de investigadores detectó mutaciones en los genes de inhibición tumoral de algunos pacientes, que, además, se correspondían con una elevación del riesgo de progresión del cáncer, incluso en los que se habían sometido a la radioterapia. “Es posible que esto se deba a un distintivo molecular que refleje la biología del cáncer del paciente”, indica el Dr. Tran. Este biomarcador les serviría a los médicos para determinar a qué población le sería más ventajosa la radioterapia que actúa de forma precisa y selectiva sobre las metástasis, como la SABR, y a cuál le sería más beneficioso el tratamiento sistémico, como la quimioterapia.

Explica el Dr. Tran que, del estudio ORIOLE, se dedujo que la radioterapia estereotáctica es capaz de interrumpir o afectar la comunicación celular que desencadena la formación de micrometástasis en pacientes con cáncer de próstata oligometastásico recidivante, en lugar de poner la enfermedad a cero hasta que esta metastatice.

El grupo de investigadores continuará con los estudios de fase II para determinar si pueden incluir a una mayor cantidad de participantes que presenten una progresión tumoral más lenta. Los investigadores del estudio ORIOLE también observaron que la recidiva en pacientes con metástasis cancerosa en los huesos se producía, con mayor frecuencia, en una zona ósea nueva; por tanto, a fin de tratar este tipo de metástasis óseas, el Dr. Tran y sus colegas llevan a cabo otro estudio clínico llamado RAVENS, en el que emplean la radioterapia estereotáctica junto con el fármaco radio (223Ra) dicloruro, que se comercializa como Xofigo®.